Discurso, leido por el Presidente, Excmo. Sr. D. José Canalejas y Méndez,
en la Sesión Inaugural del Curso de 1894 a 95, celebrada el 10 de Diciembre de 1894,
de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación
ASPECTO JURIDICO DEL PROBLEMA SOCIAL. de José Canalejas y Méndez.

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fuerza activa, el simple vigilante de una fuerza, Cuentan Michelet y Wolowsky que cuando los fabricantes, ya enormemente enriquecidos por la introducción de las máquinas, acudieron a Pitt para quejarse de que sus ganancias eran insuficientes Pitt les contestó con una frase a cuyo laconismo sólo iguala su crueldad: Emplead en el trabajo los niños, frase que demuestra que fue la máquina quien hizo posible el auxilio del niño y la mujer en el duro esfuerzo de la producción. No lo juzgan así Richter, Levasseur, LeroyBeau. lieu y Friedlnder; pero creemos con Brizzi que sólo de esta Suerte se explica el silencio de las legislaciones antiguas respecto de tan importante materia. Un solo vestigio puede hallarse en las leyes vénetas que haga presumible el empleo habitual del niño en el trabajo: una ley de la República de 1284, en la que, hablando de los cristaleros, prohíbe que los niños trabajen con el esmeril o con sustancias Colorantes que contengan plomo.
Y consideramos esta ley como primera en su género, porque todas las disposiciones referentes al Contrato de tirocinio hacen presumir que el Concurso de aquellas jóvenes actividades era utilizado en términos racionales y modestos, obedeciendo tal contrato a la previsión paterna, deseosa de procurar al hijo un puesto para lo futuro dentro de las organizaciones gremiales y corporativas de aquella edad.
Aun concediendo la atinencia que entraña la hipótesis de Graciani cuando afirma que el trabajo de la mujer y el niño fue una consecuencia de la necesidad de disminuir el coste de producción, nos inclinamos a juzgar, como Brizzi y Emesto VonPleuem que sólo cuando la máquina no exigió ya en el obrero energía, sino calma y paciencia, fue el trabajo infantil y femenino solicitado como útil.
A nadie puede ocultarse la trascendencia extraordinaria de tal hecho económico, y no ha de parecer por lo mismo exagerada mi insistencia al solicitar prontas reformas que en el derecho positivo patrio expresen una solicitud que estoy seguro Compartís conmigo.
Los deberes Sociales y aun las sanciones jurídicas no se cifran sólo en los seres presentes, sino que miran al pasado y al porvenir, a los que dejaron de ser y a los que no nacieron todavía. Domina los superiores conceptos de la vida total humana y de la vida nacional la solidaridad, que nos induce a recoger la herencia de las generaciones pasadas, que debemos devolver acrecentada a las generaciones venideras. La conservación de las

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