INDICE DEL LIBRO
Páginas: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 32, 33, 34, 35, 36, 37, 38, 39, 40, 41, 42, 43, 44, 45, 46, 47, 48, 49, 50, 51, 52, 53, 54, 55, 56, 57, 58, 59, 60, 61, 62, 63, 64, 65, 66, 67, 68, 69, 70, 71, 72, 73, 74, 75, 76, 77, 78, 79, 80, 81, 82, 83, 84, 85, 86, 87, 88, 89, 90, 91, 92, 93, 94, 95, 96, 97.
|
Discurso, leido por el Presidente, Excmo. Sr. D. José Canalejas y Méndez,
en la Sesión Inaugural del Curso de 1894 a 95, celebrada el 10 de Diciembre de 1894,
de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación
ASPECTO JURIDICO DEL PROBLEMA SOCIAL. de José Canalejas y Méndez.
Anterior
cagitación pública en la defensa de sus intereses profesionales; la fuerza que tienen en las Cámaras y la pasión de Mr. Meline por los agricultores han hecho imposibles los tratados de comercio, y es de temer que estos exclusivismos conviertan en daño, el abuso de fuerzas mal dirigidas: la aplicación razonada de los progresos científicos para disminuir el coste de la producción harán más próspera la agricultura, que la protección arancelaria exagerada y sistemática. Antes de la ley francesa se produjo en Bélgica gran movimiento en favor de los sindicatos alemanes, cuyo objeto era defender la agricultura y formar grandes agrupaciones de labradores, mejorando la situación moral y material del aldeano para aproximar las diversas clases sociales e impedir que la propaganda anárquica hiciera presa en el campesino. Estas ideas elevadas han producido resultado, y Mr. Saint Hubert, como sus generosos auxiliares, realizaron un negocio y una buena obra, oyendo las aspiraciones de los propietarios, colonos y braceros, y aceptando todas las instituciones que desarrollan el progreso rrioral y material de la clase agricultora. En 1851 decía Blanqui: ((Los habitantes del campo constituyen la mayoría de los contribuyentes, y la más insignificante mejora de su fortuna no sólo será provechosa a ellos, sino que elevará a inmensa altura el nivel de las demás fortunas y la prosperidad del Estado». Este axioma lo han comprendido perfectamente nuestros políticos mientras el vino, los cereales, los frutos y el ganado han tenido valor positivo; pero qué han hecho después para conservar la prosperidad agrícola? Salvo alguna modesta iniciativa, que no es ciertamente para recordada por mí, nada hay organizado que dé a la clase agricultora en nuestro país los medios de enseñanza de que está tan necesitada, y si cuanto proyecté se hubiera planteado con verdadero interés, hoy acaso encontraríamos soluciones para aliviar la precaria situación de nuestra clase agricultora. Para socorrer las terribles miserias del proletariado agrícola faltan en el campo Sociedades de beneficencia; los errores políticos han concentrado en las grandes capitales los establecimientos benéficos, y su administración en manos de las Diputaciones da origen a abusos que anulan el sentimiento y los recursos de la caridad privada. Todo ser humano desvalido tiene derecho al Socorro de su semejante, y debe la sociedad procurarlo, para que el proletario no la haga responsable de su abandono y justifique las utopías del histerismo y las lo-curas de la desesperación. El Estado solo, no puede
Siguiente
Solicite reunión sin compromiso
Estamos en:
|
Acción Legalen
|