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Discurso, leido por el Presidente, Excmo. Sr. D. José Canalejas y Méndez,
en la Sesión Inaugural del Curso de 1894 a 95, celebrada el 10 de Diciembre de 1894,
de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación
ASPECTO JURIDICO DEL PROBLEMA SOCIAL. de José Canalejas y Méndez.
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Si el presupuesto español de ingresos se distribuyera equitativamente y el de gastos se administrase con celo, no experimentaríamos agobios en estos días ni inquietudes para el porvenir, viéndonos así, tan garantidos en nuestra independencia económica, como creemos estarlo en nuestra independencia nacional. Tristes sucesos, frescos aúnen la memoria de todos, vencen mi temor de molestaros induciéndome a recordar el movimiento emigratorio de nuestra población rural que tanto daña a la riqueza del país que constituye el fundamento de amar gas críticas para nuestros gobernantes, que revela un vacío deplorabilísimo en nuestra legislación. Leed, señores, el notable estucho que el Instituto Geográfico Estadístico editara hace tres años; examinad las doctas tareas promovidas por nuestra Academia de Ciencias Morales y Políticas; no os mostréis indiferentes a los trabajos publicados por la Comisión de reformas sociales. Lo que en otros tiempos promovió el incentivo de la riqueza, presídelo ahora el irresistible apremio de la miseria: cada hijo que pierde la patria, debe engendrar un dolor y hasta un remordimiento en los llamados a robustecer su prestigio y acrecentar su fuerza. Toca a una sana política económica, la radical curación de esta grave dolencia; pero sus paliativos incumben, más aún que al político, al legislador civil. Y no acepta la moral, ni puede permitir el derecho, esta nueva trata de blancos que pretende vestirse y ocultarse con la hipócrita máscara de la libertad de contratación: los pactos y su cumplimiento fuera del territorio nacional exigen enérgicas intervenciones del Estado. Y si la inclemencia del destino, aun virilmente combatida, ahuyenta de la Península a muchos de sus hijos, no me parece tan difícil encauzar ese movimiento hacia las posesiones españolas, donde la naturaleza preterida invita, con sus espontáneos esplendores, a sustituir miseria por fortuna, mediante las nobles y legítimas sanciones de unas fecundas nupcias consagradas por la ley moral del trabajo. Provechosa sería también una obra preventiva de patronato social, que frustrase las explotaciones de agencias inmorales, desvaneciendo espejismos fascinadores: la instrucción elemental dirigida por un sentido práctico, bien pudiera asimismo combatir preocupaciones populares que alucinan, ofreciendo engañosos vellocinos de oro a la juvenil e inexperta fantasía en que hacen presa fácil cautelosas seducciones.
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